Fru-Fru el gen macho
La palomilla nocturna que está en la foto es gynandromorfe, es decir que tiene tejidos masculinos y femeninos. Esta tiene la particularidad de ser exactamente macho en una mitad y hembra en la otra, debido a un doble tiraje aleatorio de la expresión del gen Sxl en las células somáticas.

La reciente historia de Thomas Beatie, ser gynandromorfe, nacido mujer, cambiado con testosterona y un par de operaciones a una apariencia masculina y quién finalmente decidió embarazarse ha captado la atención del mundo. No será el "primer hombre" en dar a luz, pero sí el primer gynandropmorfe que lo hace público...vaya que hasta en el show de Oprah salió.

En el fondo no tengo nada contra este tipo de comportamientos, al fin y al cabo, el cuerpo es la última frontera de la libertad en este nuestro siglo XXI. Además decidir su sexualidad es algo sumamente complicado, cada día más.

Para ilustrar la historia quiero hablar un poco de moscas. La mosca de la fruta se aparea escogiendo el macho que mejor le cante -literalmente- el canto lo produce la vibración de una de sus alas. Resulta que si el macho tiene un cambio en el gen fruitless o fru, ya no produce un canto que atrae a la hembra.
Guido misenböck de la universidad de Yale activó especificamente las neuronas en donde se expresa el gen fru en moscas sín cabeza, e indujo el movimiento en las alas que causa el canto. Al grabar este canto y ponerlo en el contexto de un macho que no podía cantar (no tenía patas), la hembra se acercó al macho tímido. Grabando el canto inducido en una mosca hembra, no existió la misma atracción.
Los circuitos neurológicos del canto están presentes en ambos sexos, pero hay una diferencia en los tejidos, aún desconocida que hace que en los machos se genere el canto y en las hembras no. Moscas gynandromorfes han indicado cuales tejidos son, pero aún no se entiende bien como se hace esta decisión.
Así es que el ser gynandromorfe no define la sexualidad.

“Link de W Radio”