Pablo Meyer, ambuleo aleatorio por la ciencia desde México

miércoles, agosto 20, 2008



Una dieta de veneno

Emma Bovary tomó un poco de ese polvo tintado que es el cianuro para dejar la mediocridad del mundo, los oficiales Nazis daban una crugiente mordida a una ampolleta de cianuro antes de despedirse del mundo, y en nuestros días se monitorean los niveles de Arsenic en el agua para no correr el riesgo de ser envenenado (especialmente en India, donde es presente en más del límite recomendado de 10 partes por millón). El Arsenic sencillo y terrible elemento 33 de la tabla periódica bloquea una variedad de reacciones químicas de nuestro organismo, causando una falla generalizada de los órganos y una muerte segura. Vaya sorpresa que unas cyanobacterias de agua termal salada, que dan ese color indigo y oxidado a las lagunas utilisen el arsenic como nutriente, tal como si fuese oxígeno.

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