Patrones de movilidad humana

Hasta hace unos años era muy difícil poder rastrear con precisión nuestros movimientos.Pero desde que el teléfono celular se volvió un objeto personal, se pueden utilizar la localización de las antenas de celular para determinar la posición y la hora del individuo que esta haciendo la llamada. Albert-Laszlo Barabasi et al rastrearon en Europa la localización de las llamadas de 100 mil gentes escogidas al azar, durante 6 meses. El análisis de estos datos perimitió determinar si los humanos seguimos, igual que los animales -albatros, simios y predadores marinos- trayectorias que se aproximan a un vuelo de Levy. Es decir un movimiento browniano, donde la distancia recorrida a cada paso varía, pero entre más grande, menos probable.
Previos estudios habían determinado que la movilidad del dinero seguía esta ley. El problema es que bajo la movilidad de un billete subyace no solo el movimiento del individuo, pero también diferencias en la población en la que circula el billete al pasar de mano en mano.
Así el estudio encontró que a diferencia del dinero, los humanos seguimos patrones de movimiento con gran regularidad espacial y temporal. Es decir nuestro movimiento no se describe con trayectorias Brownianas o de Levy, bastan una constante temporal que depende de la distancia viajada, y una serie de lugares a los que volvemos de manera recurrente -tal como el trabajo y el hogar.
En un post anterior hablaba de cisnes negros, al parecer según este estudio, los cisnes negros (que se podría pensar son los políticos, hombres de negocios o estrellas de cine) no existen cuando se trata de los recorridos que hacemos...afin de cuentas todos los humanos vivimos en tierra y estamos determinados al día a día.
Este no es el caso del dinero, que pasa de un individuo al otro, adaptandose así a las caracterustucas del recorrido del dueño actual. El dinero sí es un cisne negro: no sabemos cuando llega, pero si sucede se le encuentra una explicación y cambia para siempre el futuro.