Chocolat, Chocolate, Xocolatl
Quién no ha tenido ese antojo irreprimible por comer chocolate? Quién no ha sentido culpa por no poder parar de comer chocolate con solo sentir su olor? A varios niveles todos, aunque de vez en cuando la sopresa de un chocolate amargo, o con alto contenido en cacao puede ser la solución de tal obsesión.
Es curioso que el aroma de chocolate que proviene de tostar los granos de cocoa sea una mezcla de sustancias que individualmente huelen a papas fritas, grasa de carne cruda, calabaza cocida y tierra, como se expuso hace unos días en la American Chemical Society.El químico Schieberle mostró que con solo 25 de los 600 ingredientes que componen el aroma del chocolate, era posible engañar al más entrenado olfato. No parecería que estos ingredientes disparatados puedan engendrar tal atracción hacia el chocolate.
Otro estudio reciente, ahora de investigadores de la Universidad de Cambridge en el Reino Unido, podrá aminorar la culpa de los glotones. Oscar Franco y demás científicos llevaron a cabo un estudio que incluía a 100 mil personas con el fin de determinar los beneficios de comer chocolate.
Las estadísticas publicadas en el British medical journal mostraban que el comer chocolate (sobre todo NEGRO) diario, se relaciona con tasas menores de ataques cardiacos (29% menos), alivio de la la presión arterial y problemas coronarios, pero no mejoraba paradójicamente los ataques al corazón, ni la diabetes.
Lo que sí es seguro es que a pesar de ser un ingrediente del aroma de cacao, las papas fritas no mejoran la salud del corazón.
Pablo Meyer, ambuleo aleatorio por la ciencia desde México
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